Día 28 - El Camino a lo Santísimo

 

 

Día 28

El Camino a lo Santísimo

 

Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús tenemos plena libertad para entrar en el lugar

Santísimo, por el camino nuevo y vivo que él nos abierto a través de la cortina (el velo), es decir, a

través de su cuerpo; y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios.

Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente

purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.

 

Hebreos 10:19-22

 

Cuando el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo significaba que el camino hacía a él no estaba todavía expedito. Excepto en este día especial del año, los sacerdotes estaban excluidos de la presencia de Dios. Pero cuando Cristo murió en la cruz, el velo que impedía al paso fue rasgado, y todos los que servían en el lugar santo tuvieron entonces libre acceso al lugar santísimo. El camino directo hacia el santísimo se abrió para todos.

 

El Lugar de Acceso. El velo roto proclamó libertad de acceso a la presencia de Dios para todos los creyentes. Podemos acercarnos, habitar siempre, vivir nuestra vida y hacer nuestra vida y hacer nuestra obra en la inmediata presencia de Dios en Cristo. No existe un solo momento, ni un solo ambiente en el cual no podamos habitar en el altísimo y morar bajo su sombra.

 

Podemos acercarnos habitar siempre, vivir nuestra vida y hacer nuestra obra en la

inmediata presencia de Dios en Cristo.

 

 

El Derecho de Acceso. Ahora que la sangre de Cristo ha sido derramada -¡Ah, qué divino poder, qué intensa realidad, qué eficacia eterna!- tenemos acceso a lo más santo de todo, a lo santísimo del corazón de Dios y a su amor. Tenemos confianza para entrar por medio de la sangre. La sangre de Cristo nos limpia de pecado y nunca cesa de limpiarnos.

 

El Camino de Acceso. Jesús abrió para nosotros un camino nuevo y vivo a través del velo, es decir, a través de su cuerpo. Y el propósito de Dios es que andemos el mismo camino que Jesús recorrió. Entendemos que seguir a Jesús siempre, significa ajustarnos a su voluntad sometiendo nuestro propio cuerpo. El camino de la cruz, el camino de la santidad es siempre el camino a través del velo rasgado.

 

El Poder de Acceso. ¿tenemos dudas de que podamos cargar la cruz? Recuerde que tenemos no solo al lugar santísimo invitándonos, y la sangre dándonos, confianza, y abierto el camino mediante el velo rasgado, sino al gran sumo sacerdote sobre la casa de Dios, para acercarnos, para ayudarnos y para darnos la bienvenida. En el poder de su amor y de su Espíritu, en el poder del Santo, con el gozo de estar cerca del Señor, aceptamos gustosos y caminamos en sus pasos de auto-negación y sacrificio. Con todo lo anterior no tenemos porque temer.

 

Gran sacerdote sobre la casa de Dios, yo te alabo por la libertad de entrar en tu presencia

por el camino nuevo y vivo a través del velo del cuerpo de Jesús. Me acerco a ti y entro estoy

ahora en el lugar santísimo. Y aquí habitaré siempre con Jesús. Amén.