Día 5 - La Santidad y la Redención

 

 

Día 5

La Santidad y la Redención

 

Conságrame todo primogénito varón.

 

EXODO 13:2

 

En la zarza ardiendo vemos la inauguración de un nuevo periodo en la revelación de Dios: el periodo de la redención en el capitulo 12 del libro de Éxodo tenemos la pascua, la primera manifestación de lo que la redención, y en este pasaje donde se comienza a usar con mas frecuencia la palabra santo. En la fiesta de los panes sin levadura tenemos el simbolismo de desechar lo viejo y acoger lo nuevo, a lo cual nos lleva la redención mediante la sangre. Tan pronto como el pueblo fue redimido de Egipto, la primera palabra de Dios para ellos fue: “Conságrame (santifícame) todo primogénito varón.” La palabra revela que la propiedad es una de las ideas centrales tanto en la redención como en la santificación, que es el vínculo que las une. Y aunque aquí la palabra se aplica solo a los primogénitos, ellos se consideran como tipo de la totalidad del pueblo. Y así son santificados los primogénitos, y después los sacerdotes en su lugar, como tipo o modelo de lo que todo el pueblo debe ser como el “especial tesoro de Dios” y como una “una nación santa.”

 

En una serie de hechos prodigiosos Dios demostró ser, Él mismo, el conquistador de los mismos enemigos de Israel, y luego, mediante la sangre del cordero en las puertas de sus casas, les enseña lo que es la redención, no solamente de un opresor injusto aquí sobre la tierra, sino también del justo juicio que sus pecados merecían. La pascua tiene también el propósito de ser la transición de lo visible y temporal, a lo invisible y espiritual, y de mostrarles a Dios liberándolos tanto de la casa de servidumbre como del ángel destructor. Y habiéndolos redimido les dice que ahora son su propiedad. Durante su estadía en el Sinaí y en su travesía por el desierto se les enfatiza continuamente que ellos son el pueblo del Señor, que los santificará para sí mismo por que Él es santo. El propósito de la redención es la posesión es hacerlos semejantes a Él, quien es todo santidad.

 

Si estoy procurando ser santo debo morar en la clara y total experiencia de un ser redimido,

y de ser, como tal, propiedad y posesión de Dios.

 

Solo la redención lleva a la santidad. Si estoy procurando ser santo debo morar en la clara y total experiencia de ser un redimido, y de ser, como tal, propiedad y posesión de Dios. Se mira con frecuencia la redención por el aspecto negativo de “ser liberado de alguien   y de algo”. La gloria real es el elemento positivo de ser redimidos para Jesús.

 

Oh, Dios, me postro delante de ti y te adoro en profunda humildad. Confieso con vergüenza

que por mucho tiempo te busqué más como el redentor que como el santo. Te alabo por el

Señor Jesús, mi redención y santificación, y por hacerme uno con Él. Amén.