Día 22 - Más Gracia

Tesoros Devocionales - La Fe George Müller

 

Día 22

Más Gracia

 

“Dios nos escogió en Él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha

delante de Él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo,

según el buen propósito de su voluntad para alabanza de su gloriosa gracia que nos concedió en su

Amado.”

 

EFESIOS 1:4-6

 


Déjeme decirle algo: yo soy más feliz hoy después de ser un creyente por casi cuarenta años. Mi felicidad va en aumento y hoy soy más feliz de lo que fui hace treinta, veinte, diez años. Al pasado del  tiempo mi paz, mi gozo y mi alegría en el Señor, en vez de disminuir se han aumentado cada día más y más.

¿por qué menciono esto tan personal?  No por presumir porque todo es por la gracia de Dios, sino para animar a mis compañeros creyentes más jóvenes en la fe, a esperar grandes cosas del Señor quien se deleita en dar bendición abundante. Tal como dice el canto cristiano que usted a veces entona: “Lluvias de gracia… lluvias de bendición”, hay más todavía de parte del Señor para usted. Espérelas porque dar más gracia, dar abundantemente, es deleite del corazón de Dios.

 

Espere grandes cosas del Señor quien se deleita en dar abundantemente… dar más y más es

el deleite del corazón de Dios.

 

¿Por qué no podría ocurrir así? ¿Por qué no hemos de tener las mejores cosas en la última parte de nuestra vida? ¿Ha cambiado Dios? ¡Jamás! ¿Ha cambiado la Biblia? ¡De ninguna manera! Tenemos la misma Palabra bendita de Dios. ¿Es el poder del Espíritu Santo inferior ahora? ¡Por supuesto que no! El Señor Jesucristo todavía  está listo para bendecir. La Palabra que tenemos ahora es la revelación completa de Dios. Y el corazón de nuestro Padre Celestial sigue siendo el mismo para sus hijos. Por todo esto, no existe nada que impida que seamos más felices a medida que el tiempo pasa.

 

Señor Jesús, nuestra redención, el perdón de nuestros pecados lo obtenemos por tu sangre bendita.

Las riquezas de tu gracia han sido prodigadas sobre nosotros con toda sabiduría y entendimiento.

Bendito sea nuestro Dios y Padre que nos ha bendecido con toda bendición en los lugares

celestiales, en Ti, Señor. Amén.