Día 25 - Total Sometimiento

 

 

 

Día 25

Total Sometimiento

 

El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de

darnos generosamente, junto con Él todas las cosas?

 

ROMANOS 8:32

 

En este punto un mayor número de personas pierden el bautismo con el Espíritu Santo. En este punto del sometimiento incondicional la voluntad a Dios, y más personas lo logran en él, en comparación de los otros pasos. Hay muchos que andan largos trechos en materia de sacrificarse por Cristo, como por ejemplo convirtiéndose en misioneros, quienes a pesar de ello se quedan cortos en el asunto del sometimiento a Dios, y por lo tanto se quedan cortos para recibir la bendición. No hay caso, en absoluto, en que usted ore por el bautismo con el Espíritu, si no está dispuesto a someter su voluntad al Señor, sin retener absolutamente nada.

 

En los tiempos del Antiguo Testamento, fue en el momento en que se puso el holocausto sobre el altar, - completo sin retener nada- que “de la presencia del SEÑOR salió un fuego” (Levítico 9:24), y el sacrificio fue aceptado. Y es también cuando nos presentamos a nosotros mismos en ofrenda completa al Señor, sobre le altar, que viene fuego de Dios y acepta el sacrificio.

 

La absoluta sumisión a Dios significa sencillamente absoluta sumisión al amor infinito.

 

Muchos creyentes están temerosos de hacer una rendición o sometimiento total porque le temen a la voluntad de Dios. Tienen miedo de que la voluntad de Dios sea algo terrible, algo duro. Recuerde quién es Dios: Él es infinito amor, y la absoluta sumisión a Dios significa sencillamente absoluta sumisión al amor infinito. Y Dios es nuestro Padre ¿Tiene esto algo de horrible? El amor de Dios no es solamente más sabio que el de cualquier Padre terrenal, sino más tierno que el de cualquier madre también. “No quitará el bien a los que andan en integridad” (Salmo 84: 11 RVR). No hay nada que temer en la voluntad de Dios. En el resultado final, la voluntad de Dios siempre probará ser lo mejor y lo más dulce en todo el universo de Dios. Doblegue su voluntad y mire a su Padre para que lo bautice con su Santo Espíritu.

 

Padre amoroso, ¿cómo podemos mirar a Jesús en la cruz y todavía tener reservas o temor en

nuestro corazón acerca de tu voluntad para nuestras vidas? Yo me arrodillo al pie de su cruz

hasta que las reservas se derritan. Espíritu Divino, encuéntrame hoy ante la cruz. Amén.