Día 20 - ¿Quién Necesita el Bautismo con el Espíritu Santo?

 Tesoros Devocionales - El Espíritu Santo R.A. Torrey 

 

 

Día 20

¿Quién Necesita el Bautismo con el Espíritu?

 

 

Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que

sean revestidos del poder de lo alto.

 

LUCAS 24:49

 

 

Poco antes de ser recibido arriba en los cielos, Jesús les dio a sus discípulos un mandamiento definitivo con relación a no comenzar el trabajo que les había encomendado hasta que recibieran el necesario bautismo con el Espíritu Santo.

 

Estos hombres ya habían recibido una preparación integral para la obra que tenían entre manos. Habían tomado un curso de más de tres años en el mejor seminario teológico que ha existido sobre la tierra, en el cual nuestro Señor era el único pero todo-suficiente Maestro. Habían sido testigos presenciales de sus milagros, su muerte y su resurrección de entre los muertos, y estaban a punto de ser testigos de su ascensión a los cielos. La tarea que tenía ante sí sencillamente ir y contarle al mundo perdido lo que sus ojos habían visto, y lo que sus oídos habían escuchado de los labios del Hijo de Dios.

 

¿No estaban ellos plenamente preparados? A nosotros nos parece que sí. Pero Cristo dijo: “No, ustedes están tan faltos de preparación que deben sentarse hasta que sean revestidos con poder de lo alto para este servicio. Solo hasta cuando reciban el bautismo con el Espíritu Santo- y solo hasta entonces estarán preparados para este trabajo.”

 

Cristo dijo: “No, ustedes están faltos de preparación… Cuando reciban el bautismo con el

Espíritu Santo –y sólo hasta entonces estarán preparados para este trabajo”.

 

Si a estos hombres, que habían recibido un llamado tan claro y definido, no les permitió Jesús iniciar su tarea sin antes recibir el bautismo; si se les refrenaba de hacer su trabajo mientras no hubieran recibido el Espíritu, ¿qué diremos de nosotros? ¿debemos comenzar el nuestro sin recibir lo mismo que ellos recibieron?

 

Pero esto no es todo. En el capitulo 10 de los Hechos leemos: “Como Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él” (Hechos 10:38 RVR). Cuando escudriñamos los evangelios buscando una explicación a estas palabras, encontramos en Lucas 3:21 a 4:21, que todo el ministerio de Jesús estuvo lleno con el Espíritu Santo. Si Jesucristo, quien era divino, verdadero Dios y verdadero hombre, no se aventuro en el ministerio para el cual el Padre lo había enviado, hasta ser bautizado con el Espíritu Santo. ¿nos atreveremos nosotros hacerlo?

 

Señor Jesús, si Tú necesitaste la plenitud del Espíritu Santo en tu vida, cuánto más yo. Si los

discípulos no estaban preparados para la tarea a la cual los habías llamado, yo mucho

menos. Humildemente me inclino ante ti con un corazón abierto para servirte. Amén.