Día 12 - El Renacimiento Espiritual

  Tesoros Devocionales - El Espíritu Santo R.A. Torrey  

 

 

 

 

Día 12

El Renacimiento Espiritual

 

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva Creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!

2 Corintios 5:17


 

Qué es lo que ocurre en el nuevo nacimiento? Se nos da una nueva naturaleza y una mente nueva, una naturaleza intelectual nueva que en lugar de estar ciega abre sus ojos a la verdad de Dios. En numerosas ocasiones he visto como el Espíritu Santo ilumina mentes oscuras en tan solo un instante, y las verdades que por largo tiempo consideraron como tontería e insensatez, llegaron a ser tan claras como la luz del día.

Cuando el Espíritu Santo nos transforma, se nos da una nueva naturaleza afectiva. Adquirimos nuevos gustos que remplazan los antiguos y nuevos amores que toman que toman el lugar de los viejos. En lugar de amar las cosas que desagradan a Dios, ahora amamos las que le satisfacen, al igual que las cosas que antes odiábamos, y llegamos a odiar lo que antes era objeto de nuestro amor.

 

También recibimos una nueva naturaleza volitiva, es decir que una nueva voluntad nos es dada. Cuando uno nace de nuevo por el Espíritu, la voluntad ya no está determinada a complacer el ego; la determinación ahora es complacer a Dios. No existe otra cosa de la cual derivemos más deleite que de hacer la voluntad de Dios. Nuestros propios deseos pierden su valor e importancia, pero los deseos de Dios y la satisfacción de éstos llega a ser todo para uno.

 

Cuando el Espíritu Santo nos transforma adquirimos nuevos gustos que reemplazan los

antiguos, y nuevos amores que toman el lugar de los viejos.

 

El nuevo nacimiento es el acto mediante el cual Dios imparte su propia naturaleza a hombres y mujeres que están muertos en delitos y pecados.

El Espíritu Santo es quien nos imparte esta naturaleza. Así como somos expresamente dependientes de la obra de Cristo para nuestra justificación, así mismo dependemos de la obra del Espíritu Santo en nosotros para la regeneración. Toda la obra de la regeneración se puede describir de esta manera: “ El corazón humano es el terreno, la palabra de Dios es la semilla, y los creyentes son los sembradores.

 

Los creyentes van al granero de la Biblia y toman la cantidad de semilla que desean sembrar. Predican, enseñan o hablan a alguien de ella. Si todo llega únicamente hasta aquí, no habrá nuevo nacimiento. Pero si vuelven sus ojos al Espíritu Santo para que haga la obra de convicción mientras siembran la Palabra, Él vivificará la semilla y a medida que se siembra, está germinará echando raíces en los corazones de quienes la escuchen, el corazón humano la acogerá por fe y el resultado será una nueva creación.

 

Querido Dios, Tú eres asombroso en tu poder para transformar nuestras vidas. No hay

milagro comparable al del nuevo nacimiento. Te alabo de corazón por tu obra en mi vida y

por salvarme de la corrupción y la muerte eterna. Amén.