02. Qué es un Avivamiento

 

 

QUE ES UN AVIVAMIENTO

 

Un avivamiento no es más que un renacer de la obediencia a Dios. El avivamiento siempre incluye convicción de pecado de parte de la Iglesia. Los profesantes apóstatas no pueden volver en sí y de la noche a la mañana comenzar en el servicio de Dios. Antes, han de escudriñarse profundamente. Las fuentes del pecado necesitan romperse.

En un avivamiento verdadero los cristianos se ven tan pecadores que muchas veces les parece imposible que Dios los acepte. En su apostasía estaban ciegos al pecado. Tenían el corazón endurecido como el mármol. Las verdades bíblicas les eran un sueño. Reconocían que eran ciertas: sus conciencias y sus juicios lo corroboraban, pero no lo veían en alto relieve, en toda la candente realidad de la eternidad.

Pero al llegarles el avivamiento, dejan de ver en los hombres a seres que "vegetan", pues los ven bajo esa luz penetrante que renueva el amor de Dios en sus corazones. Esto los impulsa a poner empeño en llevar a otros a los pies de Cristo.

Lamentan que los demás no amen a ese Dios que tanto aman. Y se entregan de todo corazón a la tarea de persuadir a sus vecinos para que reciban a Cristo en sus corazones. Así que su amor por los hombres se renueva y sienten inflamarse en ellos un dulce y ardoroso amor por las almas, y anhelan la salvación del mundo entero. Sienten agonía por las personas que desean ver  salvas: amigos, familiares, enemigos.

No solamente les instan a que entreguen sus corazones a Dios, sino que los llevan a Dios en los brazos de la fe, y con fuerte llanto y lágrimas ruegan a Dios que se apiade de ellos y salve sus almas del fuego eterno.

Cuando las iglesias se avivan y transforman de esta manera, la transformación y la salvación de los pecadores no tarda, el corazón se les quebranta. Muchas veces los más disolutos son los primeros en rendirse: prostitutas, borrachos, infieles e individuos de todas las calañas, despiertan y se convierten. Lo peor del género humano se suaviza y regenera hasta convertirse en un bello espécimen de la belleza de la santidad.