Día 19 - Dirección Espiritual
Día 19
Dirección Espiritual
“la senda de los justos se asemeja a los primeros albores de la aurora; su esplendor va en aumento
hasta que el día alcanza su plenitud. Pero el camino de los malvados es como la más densa
oscuridad; ¡ni siquiera saben con qué tropiezan!”
PROVERBIOS 4:18-19
Para conocer la voluntad del Señor debemos usar medios bíblicos. La oración, la Palabra de Dios y su Espíritu Santo deben obrar unidos. Debemos acercarnos al Señor en oración repetidamente y pedirle que nos enseñe por su Espíritu y a través de su Palabra. Y digo “por su Espíritu y a través de su Palabra” porque si pensamos que el Espíritu nos esta guiando a hacer esto o aquello, porque ciertos hechos y circunstancias son de tal y tal manera, pero el paso que vamos a dar no concuerda con su Palabra, probablemente nos estamos engañando. El Señor no me encargará ningún asunto ni me pondrá en ninguna situación en donde no tenga suficientemente tiempo para cuidar de mi alma. Las circunstancias de mi vida, no importa cuáles sean, se deben considerar como permitidas por Dios para probar lo genuino mi amor, mi fe y mi obediencia, y de ninguna manera como que El Señor esté induciéndonos a algo contrario a su voluntad revelada.
El Señor no me encargará ningún asunto ni me pondrá en ninguna situación en donde no
tenga suficiente tiempo para cuidar de mi alma.
En todas las circunstancias de mi vida la oración y la fe, los remedios universales para cualquier necesidad para todas dificultades, y el alimento de la oración y la fe mediante la Santa Palabra de Dios. Me han ayudado en todas las circunstancias de mi vida. No recuerdo de un momento, en mis setenta y nueve años de vida. En el cual haya procurado, con sinceridad y paciencia, conocer la voluntad de Dios mediante la enseñanza de su Espíritu a través de su Palabra, y que no lo haya logrado. Siempre he recibido la dirección correcta. Pero cuando no tuve la sinceridad de corazón y la rectitud delante de Dios, o no esperé con paciencia la dirección y la guía del Señor, o cuando preferí el consejo de mis compañeros a las declaraciones de la Palabra viva de Dios, cometí grandes errores.
Padre Celestial, quiero oír lo que Tú me dices. Quiero oír tus palabras con mucha atención.
No las perderé de vista y las guardare en mi corazón porque ellas son vida para mí, y salud
para todo mi cuerpo. Guardo mi corazón mediante la fe y la oración. Guíame en tus
caminos.
Amén.