23. Jesucristo es Sanador

 

 

 

La voluntad de Dios es que gocemos de plena salud: "Amado, yo deseo que… TENGAS SALUD" (3 Juan 2) "…quiero; sé limpio…" (San Mateo 8:3).

Pero desde el huerto del edén con la caída del hombre, apareció "el destructor" para crear también el caos físico por medio de la enfermedad. Es en Satanás donde tienen origen TODAS las enfermedades que por la práctica del pecado se evidenciaron (Romanos 6:23).

Para esto vino el Señor; para deshacer las obras destructoras del diablo (1 Juan 3:8).

 

1. LA SALUD Y LA SANIDAD PROVIENEN DE DIOS (Salmos 107:20)

a) El Señor "pagó" un precio por nuestra salud (Isaías 53:4-5).

Por tanto es el único que puede sanarnos, el diablo no puede sanar realmente a través de los brujos, porque él no llevó nuestras enfermedades en su cuerpo, solo Jesucristo lo hizo.

b) Sanar los enfermos fue parte de su ministerio (Hechos 10:38).

c) Encargó este ministro de sanidad a la Iglesia (San Marcos 16:15-18).

 

2. ORANDO POR LOS ENFERMOS

Orar por los enfermos es un acto de obediencia a Dios y a la vez podemos ver sus milagros para que su nombre sea conocido y exaltado.

 

a) Métodos usados en la Biblia:

1. Imponiendo las manos (San Marcos 16:18 – 1:40-42).

2. Que el enfermo sea quien toca al siervo (a) de Dios (San Lucas 6:19 – San Marcos 6:56).

3. Dando la orden en la autoridad del Señor (San Marcos 11:23 – Hechos 3:6-7).

4. Por oración intercesora "a distancia" (San Mateo 8:5-13).

5. Ungiendo con aceite (San Marcos 6:12-13 – Santiago 5:14).

6. Por prendas de vestir "ungidas" (Hechos 19:11-12).

Es Dios quien realiza el milagro por medio de su Espíritu y la Fe en acción… (San Marcos 9:23).

 

3. CONDICIONES PARA SER SANO

a) Tener fe de "ambos lados" (San Mateo 13:58 – Hebreos 11:6).

b) Apartarse de toda maldad (Proverbios 3:7-8).

c) Ser obedientes al Señor (Éxodo 15:26).

 

4. ALGUNAS CAUSAS QUE PRODUCEN ENFERMEDADES

a) Descuido de su propia salud (1 Timoteo 5:23).

b) Tomar la santa cena viviendo en pecado (1 Corintios 11:29-30).

c) No pagar los diezmos y ofrendas (Malaquías 3:8-9).