Día 29 - Las Llenuras del Espíritu Santo

Tesoros Devocionales - El Espíritu Santo R.A. Torrey 

 

 

Día 29

Las Llenuras del Espíritu Santo

 

 

No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu.

 

EFESIOS 5:18

 

 

En Hechos 2:4 leemos: “Todos fueron llenos del Espíritu Santo.” Este acontecimiento fue el cumplimiento de las palabras de Jesús en Hechos 1:5 “dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.” Uno de los que fueron llenos con el Espíritu, al cual se le menciona por nombre, es Pedro. En Hechos 4:8 dice: Pedro, lleno del Espíritu Santo les respondió…” Aquí el apóstol experimento una nueva llenura del Espíritu. Y otra vez en el versículo 31, leemos: “Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la Palabra de Dios sin temor alguno.” Se dice que Pedro estaba en este grupo, así que tuvo la experiencia de una tercera llenura del Espíritu Santo.

 

Es evidente que no es suficiente que una persona sea bautizada una vez con el Santo Espíritu. A medida que surgen nuevas necesidades en el servicio, debe haber nuevas llenuras con el Espíritu. No darse cuenta de este hecho ha producido resultados graves y tristes en el servicio de muchos creyentes.

 

Para cada nuevo día y cada nueva necesidad en la vida y el servicio cristiano, debemos

buscar, una nueva llenura del Espíritu Santo.

 

Yo no niego que existe una unción que permanece, “la unción que de Él recibieron permanece en ustedes” (1 Juan 2:27), que no es la permanencia de los dones que el Espíritu Santo da. Sencillamente afirmo, con pruebas escriturales abundantes y claras, -por no decir nada de mi experiencia y observación- que este don no debe ser descuidado, “no descuides el don que hay en ti” (1 Timoteo 4:14 RVR), y más bien debe ser avivado hasta convertirlo en un fuego “por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don que está en ti” (2 Timoteo 1:6 RVR), y que las repetidas llenuras con el Espíritu Santo son necesarias para tener poder creciente y continuo.

 

Mientras que algunos discuten si estas nuevas llenuras con el Espíritu Santo se deben llamar bautismos frescos o nuevos, parece lo más sabio seguir la costumbre Bíblica común y hablar de la exitosa experiencia del bautismo con el Espíritu como “ser llenos con el Espíritu.”

 

Santo Espíritu, es cierto que te necesito para cada nuevo día cada nueva persona con la cual tengo

que tratar, y para cada nueva situación que encuentro en mi camino. Tú conoces mis puntos débiles

tanto como los fuertes, y que espiritualmente no tengo nada de mí mismo para dar. Lléname una y

otra vez. Amén.