8. ¿Qué Somos? ¿Hacedores u Oidores?

 

 

 

 
 

 

Diariamente vemos y leemos muchos textos de la palabra de Dios, pero lo importante no es cuanto SABEMOS O LEEMOS, sino la obediencia de ponerla en práctica ya que es el fundamento de vivir una vida sólida y fuerte en Dios.


Hay una gran diferencia entre el oír y el hacer, la Biblia dice: "Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace" (Santiago 1:22-25).


Muchos profesan ser seguidores de Cristo, asisten y escuchan la palabra de Dios pero siguen llevando su misma vida vacía e indiferente, que cuando viene la primer tormenta a su vida no resisten y caen, ¿pero porque les sucede esto?


La respuesta nos la da el Señor Jesús cuando dice: "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina" (San Mateo 7:24-27).


Jesús nos manda a guardar su palabra y a permanecer en su amor.

¿Deseas el amor de Jesús? ¡Guarda sus mandamientos! Él dice: "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí" (San Juan 15:4)