1. Necesitamos Hombres Santos con Unción de lo Alto

 

 

 

 

 

 

 

Necesitamos hombres ardiendo al rojo vivo, que irradien el fuego con tan intenso calor; que no podamos siquiera acercarnos sin sentir que nuestros corazones se están quemando; hombres como relámpagos lanzados de la misma mano de Jehová, despedazando estrepitosamente cada cosa que se opone en su camino, hasta que llegue a su blanco; ¡hombres impulsados por la Omnipotencia!”…

“Es el poder extraordinario de Dios, no el talento, lo que trae la victoria del día. Es unción espiritual extraordinaria, no poder mental extraordinario, lo que necesitamos. Puede ser que el poder mental llene una capilla, pero el poder espiritual llena a una iglesia con angustia del alma. Puede que el poder mental reúna una congregación grande, pero sólo el poder espiritual llenará las almas”.
El avivamiento es como un huracán, que trae caos dondequiera que va: “…llega, como un huracán celestial, arrastrando todo lo que tiene por delante… y hay llanto y gemidos en las reuniones… pero los convertidos son muy sinceros. Jamás habrás visto semejantes personas. Algunos los llaman fanáticos, pero es un fanatismo santo. Otros, dicen que es emocionalismo excesivo, pero es un emocionalismo celestial… que es un desorden, puede que digas… Quizá traten de detenernos, ¡pero nosotros los atropellaremos si no se quitan de nuestro camino!”… CHARLES H. SPURGEON