Día 17 - Prioridades Espírituales
Tesoros Devocionales - La Fe George Müller
Día 17
Prioridades Espírituales
“Jesús le respondió: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de
la boca de DIOS.”
MATEO 4:4
El asunto básico y el primero que debo atender cada día es que mi alma esté en comunión con el señor. La primera cosa de la cual debo preocuparme no es cuánto puedo servir al Señor, ni cómo voy a glorificarlo, sino cómo mantengo mi alma en un estado de relación y comunión con Dios y cómo nutrir mi ser interior. Porque puedo comunicar la verdad a los incrédulos, puedo procurar el bienestar y la edificación de los creyentes, tratar de ayudar a los pobres, y conducirme en este mundo de otras maneras como un hijo de Dios ejemplar, y aun así no tener felicidad en el Señor ni estar nutrido y fortalecido en mi ser interior día por día, y no conservar el espíritu correcto para realizar todas estas acciones.
Ahora me doy cuenta que la cosa más importante que debo hacer es leer la Palabra de Dios
y meditar en ella.
En años pasados yo acostumbraba a entregarme a la oración de todas las mañanas después de vestirme. Ahora me doy cuenta que la cosa más importante que debo hacer es leer la Palabra de Dios y meditar en ella para que mi corazón sea consolado, animado, exhortado, reprendido e instruido y llevado a una experiencia de comunión con el Señor. Entonces cambié mi costumbre y comencé a meditar el Nuevo Testamento, al levantarme temprano cada mañana. Después de pedirle a Dios en una corta oración su bendición para mi vida a través de su preciosa Palabra, comienzo mi meditación en ella, procurando obtener una bendición de cada versículo, no para ministrarla públicamente, no para predicarla públicamente, no para predicarla a otros, sino para el bien y el beneficio de mi propia alma.
Espíritu Santo, llena mi mente y mi corazón con tus pensamientos a medida que medito en tu
Palabra. Fortalece mi ser interior, ilumina mi alma para que pueda ver y conocer la verdad
en todo su poder. Vivifica estas preciosas Palabras dentro de mí, y haz que mi alma sea
bendecida y llena de gozo. Amén.