El Secreto del Avivamiento Personal
LA UNCIÓN NO ES AVIVAMIENTO
La unción es cuando Dios viene a tu vida. Cuando recibes el bautismo con el Espíritu Santo, el Espíritu Santo te llena, te ríes, te gozas, te caes; Dios te llena de paz, puedes hasta ver un ángel, sientes la gloria de Dios y el cielo abierto, Dios te fortalece y bendice. Todo lo que Dios hace es por su unción: cuando oramos por ti, cuando Dios te sana, cuando te llena de su Gloria, es su unción y poder.
PERO EL AVIVAMIENTO ES CUANDO LA GENTE VIENE A JESUCRISTO
Unción es, como leemos: "Ciento veinte estaban juntos en una casa" y Jesús les dijo "Quédense juntos porque van a recibir el bautismo del Espíritu". Entonces comenzaron a hablar en lenguas, y cuando salieron, ellos trajeron un avivamiento. El avivamiento es cuando miles de personas vienen a Jesucristo. Dios te da unción pero si, con esa unción, no traes un avivamiento, la unción se seca.
Esto es lo que pasó en nuestro país. Durante una década, nos entretuvimos con la unción. Miles de personas se juntaban en estadios para caerse, para emborracharse, para reírse: "Dios me tocó, me llenó, me prosperó" pero si la unción no la usas para traer avivamiento la unción se seca. La unción no es un fin sino un medio para alcanzar el avivamiento.
El avivamiento no es solo miles de personas que vienen a Jesucristo sino cuando Dios suelta su gloria más pesada sobre una ciudad; es la experiencia más gloriosa, más sobrenatural, más poderosa que un ser humano pueda experimentar. No hay experiencia mayor que un avivamiento porque no lo podríamos soportar.
Es cuando miles vienen a Jesucristo, miles dejan la idolatría, y entre esos miles están tu familia, tus vecinos, tus compañeros de trabajo, tus jefes, tus empleados, tus amigos, tus enemigos. Cuando Dios suelte su río (que lo hará sin preguntarle a nadie) en esa multitud estarán los que se oponen, los que no creen, los confundidos y allí todo el mundo dirá "Jesucristo es mi Señor".
En un avivamiento, todos son sanados, no habrá enfermos porque Dios sanará masivamente. Todos seremos prosperados, porque en un avivamiento Dios prospera a todo su cuerpo. No habrá pobre en el cuerpo del Señor. Nuestro carácter será cambiado, el espíritu de confusión roto y la Iglesia caminará con autoridad. Sabrás quién eres, adónde vas, tendrás sabiduría para tomar las mejores decisiones, sabrás día, hora, mes de todo lo que tengas que hacer porque el Espíritu Santo te dirá cuándo salir, cuándo entrar, cuándo hablar, te mostrará las cosas ocultas del corazón. Habrá un espíritu de unidad que nadie jamás experimentó.
Cuando viene un avivamiento se rompen muchas cosas: El espíritu de confusión; la gente confundida emocionalmente como por ejemplo: (un día se acuestan con uno, otro día salen con otro, tienen un hijo con este, al mes se separan, tienen un hijo con el otro "Te amo pero no te quiero"). Cuando viene un avivamiento toda confusión se quebrará, tendrás claridad de quién eres, adónde vas y quién te acompaña.
Pedro y Juan trajeron un avivamiento porque empezaron con el altar.
Si quieres tener éxito, el secreto está en levantar el altar antes de vencer a tu enemigo. Cuando llegues a tu trabajo con el altar levantado, cuando te encuentres con tu familia, antes de encontrarte con los endemoniados que trabajan contigo, ellos van a ver tu altar. Estuve diciendo al Señor que quería que mi vida se conecte con Él, quiero enamorarme de Él, le pido que mate todo profesionalismo, todo piloto automático y vuelva a estar con Él, vuelva adorarle a solas. Iglesia: Dios nos está celando y nos quiere a solas con Él, que puedas levantar tus manos y decir "Vienen días emocionantes, días de victoria, en donde mis ojos verán cosas que jamás vio. Estoy por entrar a escribir el nuevo libro de los Hechos y ver los cielos abiertos, Tu Gloria, Tu Presencia. Me darás adoración nueva, oraciones nuevas, fuerzas nuevas, y cuando baje a la pelea no podrán vencerme porque habré levantado el altar antes".
Dios va a darnos victoria en Su nombre. Hubo gente que te soltó la mano pero hoy, hay gente que te la sostiene, gente gloriosa que te acompañará. Hay gente que hoy te dice: "Camina en libertad". Vamos a parir la Gloria más pesada del cielo. Santo. Abre tu boca y adórale. Llénate de Dios.