La Iglesia de Jesucristo (Refugio de Dios)

“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos, y tanto más,  cuando veis que aquel día de acerca” Hebreos 10:25.

Cuando aceptamos a Jesús como Señor y Salvador pasamos a formar parte de la familia de Dios. Él quiere ofrecernos un refugio en donde pueda brindarnos protección, cuidado y fuerza para vivir conforme a su propósito; así como corrección, orientación y disciplina.

La familia de Dios nos da nuevos hermanos en la fe, quienes comparten con nosotros sus metas de seguir a Cristo y ser fieles a Dios. Ellos nos van a resguardar para no desmayar y no volver atrás, como sucedería si tratamos de vivir el Cristianismo independientes, solos, creyendo que con oír una emisora cristiana o viendo videos por televisión, es suficiente para sobrevivir como hijos de Dios.
Así como el leño encendido necesita de la hoguera para permanecer avivado; nosotros necesitamos de nuestros hermanos en la fe para continuar en el camino que hemos escogido. Un leño, por más prendido que esté, no podrá permanecer encendido si se separa del calor y de la protección que le dan los otros leños. Corre el peligro de apagarse con el viento o la brisa. Ningún creyente, por firme que haya sido su decisión por Cristo, prevalecerá sin la ayuda y la protección de otros creyentes, los necesita para permanecer fiel en medio del viento, la prueba, la dificultad, o la oposición.

Cuando nos unimos a la Iglesia cumplimos lo establecido por el Señor: “No dejar de congregarnos” Hebreos 10:25, cuando nos congregamos con otros Cristianos en oración y adoración, nuestra vida se prende con más fuerza hasta hacer una antorcha encendida que arde en las manos de Jesucristo.

¿A QUÉ LLAMAMOS IGLESIA?
Llamamos Iglesia a la reunión de todos aquellos que han hecho su decisión por Cristo, y han aceptado el poder redentor de su sangre. La iglesia esta compuesta por todos los cristianos que en el mundo entero han dado este pasó de fe. Sin embargo, como es posible reunir a todos en solo lugar, la Iglesia se ha esparcido en diferentes sitios formando congregaciones locales, dentro de las que se incluye naturalmente, aquella a la cual asistimos.
El término Iglesia quiere decir literalmente: “Asamblea de llamados”. Por eso, los llamados son los creyentes y la Iglesia no es el edificio, las paredes o el local, sino las personas que han creído en Cristo y lo han recibido en su corazón.

A. Nos permite tener comunión con otros creyentes.
Unos de los nombres dados por el Señor a la Iglesia es el de Cuerpo de Cristo, constituyéndose Él como “cabeza del mismo”, así como Cristo es la cabeza de la Iglesia. Efesios 5: 23.

Vosotros Pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular”. 1 de Corintios 12:27
Dios esta mostrando el valor de cada miembro y su importancia, pues al ser parte de un cuerpo, ninguno sobra o carece de servicio; por el contrario, todos se necesita y ayudan mutuamente.

Un ejemplo de cómo opera el cuerpo, es observando su reacción cuando alguien lo pisa o lastima; rápidamente la mano u otras partes del cuerpo salen en su ayuda para apaciguar el golpe y calmar el dolor. De igual forma nosotros como parte del cuerpo podemos ayudarnos mutuamente y alentarnos en momentos de pruebas o de dificultad.
Si tratamos de permanecer teniendo únicamente amigos no cristianos y nos desvinculamos de los que son creyentes, resultara riesgoso, lo mas factible es que nos cansemos de nadar contra la corriente y terminemos comportándonos como ellos. Debemos oír y poner en práctica el consejo del rey Salomón.
“Mejores son dos que uno, porque si cayeren, el uno levantara a su compañero; pero ¡Ay del solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante” Eclesiastés 4:9.10.

B. Provee al consejo de cristianos maduros.
La Iglesia permite que los diferentes ministerios se desarrollen. Por eso, podemos contar con personas con un desarrollo espiritual más alto que el nuestro, con una mayor experiencia en su caminar con Cristo. Personas delegadas por los pastores quienes pueden darnos un consejo sabio cuando lo necesitemos.

Debemos establecer como principio, acudir a personas confiables y guiadas por Dios cuando veamos que algún pecado o mal habito nos esta gobernando, no lo podemos vencer o es más fuerte que nuestra voluntad. Es necesario buscar su ayuda para recibir consejo y saber como salir victoriosos del problema o situación.
Evite completo buscar a quienes no conocen de Dios (psicólogos mundanos, psicólogos ateos), ellos carecen de la sabiduría divina y pueden inducirle a tomar decisiones pecaminosas de las cuales se arrepentirá después.
“Los pensamientos de los justos son rectitud; mas los consejos de los impíos, engaño” Proverbios 12:5
Muchas personas viven las consecuencias de seguir el consejo de “amigos” no cristianos, de “profesionales” no cristianos, de “psicólogos no cristianos, o de “consejeros” no cristianos, a quienes acuden en el momento de la dificultad y los guían por el camino equivocado.
Por ejemplo; un joven tuvo un problema con su esposa y se lo comento a su amigo mundano. Este le dijo: “Vaya, golpéela y piérdase tres días. Cuando vuelva la encontrara mansita”. Él lo hizo y su esposa no lo quiso ver, no lo recibió más en casa y le dijo que no quería un hombre así a su lado, pues era una mala influencia para ella y sus hijos.

C. Brinda la oportunidad de servir.
De la misma manera como en el cuerpo cada miembro tiene su función, así en el cuerpo de Cristo, cada creyente tiene un don o habilidad dada por Dios para ministrar a los hermanos en la fe. Por esta razón Pedro escribió:

“Cada uno con el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de las multiforme gracia de Dios “. 1 Pedro: 10
Los dones son muy variados y van desde sanidad, milagros, administración y servicio, entre otros. 1Corintios 12:28-30 nos da una larga lista de ellos; pero la clave es usar lo que el Espíritu Santo nos ha dado. Podemos servir en la obra de manera responsable y con actitud correcta que refleje amor.

Establézcase el reto de congregarse no solo para recibir, sino también para servir. Hágalo en lo que este a su alcance, así descubrirá los dones, el Espíritu Santo le dará otros y le respaldara en el labor que esté realizando.
Algunos dones y habilidades pueden parecer insignificantes a los ojos de los hombres porque no representan un reconocimiento público o no son visibles ante los demás; pero nada de lo que hacemos es insignificante a los ojos de Dios. Por cada labor realizada en su obra recibiremos la recompensa.

Ejemplo: en cierta ocasión murió una anciana y el mismo día murió también un gran predicador a quien ella, como intercesora, apoyaba siempre en oración. Cuando llego al cielo el predicador pensó recibir un gran galardón por lo bien que había predicado. Sin embargo, su sorpresa fue grande, pues la anciana recibió uno mayor. Al preguntar por qué, le respondieron: “Los resultados que tu obtuviste fueron producto de la oración de ella”.
Una de las características de la Iglesia Apostólica fue la capacidad de servir. Allí atender las mesas y cuidara las viudas era tan importante que para realizar esta labor, escogían varones de buen testimonio, con sabiduría y llenos del Espíritu Santo. (Lea Hechos 6:2-3).
Una buena oportunidad para servir a la gente es haciéndoles participes de las buenas nuevas, del amor y perdón ofrecido por Dios a otros y cuidar de ellos hasta verlos transformados a la Imagen de Cristo. Esto es servir a otros con las nuevas del Evangelio le dará mucha satisfacción y se volverá parte de su forma de ser.
Usted puede ser útil en la Iglesia de diferentes maneras; por ejemplo, puede comentar a otros sobre alguna vivencia en la que Dios le ha ayudado o estando dispuesto para colaborar en cualquier actividad por pequeña que sea.

D. Provee el alimento Espiritual.
La Iglesia de Verdadera Sana Doctrina tiene como propósito edificar a los creyentes para la obra del Ministerio, cumpliendo así con lo establecido por Dios.


“A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo “. Efesios 4:12
Esto se hace con la enseñanza y capacitación adecuada para crecer en el conocimiento de Cristo, hasta estar en condiciones de capacitar a otros.
Otra de las formas como la Iglesia edifica es trayendo la presencia de Dios y el ambiente propicio para el mover del Espíritu Santo. A través de la adoración, la oración y la ministración, Él puede actuar con libertad.
Si hay un sitio en donde pueda crecer espiritualmente y ser edificado es la Iglesia. Allí pasa de bebe espiritual, recién nacido, a cristiano maduro. Para ello contribuye la palabra predicada.
“toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia “. 2 Timoteo 3:16
Entendemos por enseñar, la instrucción dada a luz de la Palabra, por redargüir, convencer de pecado; para corregir, arreglar aquello que esta mal y por instruir en justicia, Orientar sobre como vivir rectamente.
Algunas personas creen que primero deben crecer espiritualmente y ser santas para ir a reunirse con la Iglesia, esto es un error, pues la Iglesia funciona para perfeccionarle y orientarle a ser mejor.

Tome ahora la decisión de comprometerse con Dios Padre en serle fiel a Él. Determine en su corazón no solo ocupar una silla en la congragación, sino dar lo mejor de usted en servicio, entrega, compañerismo y consagración. Así pronto vendrá el tiempo en el que amara a la Verdadera Iglesia de Jesucristo. Sentirá que tiene una familia más grande y además, hermosa.