Libre de Temor

 

El temor, un enemigo escondido, se introduce al hombre de cualquiera edad y de cualquier oficio. Es sutil y destructor, envenenando el pensamiento, robando la paz interior y derrotando el entusiasmo de vivir. NOS HACE NERVIOSOS, INQUIETOS, ALARMADOS, DESCONSOLADOS, TRASTORNADOS Y COBARDES.  ¡Qué sentimientos más desagradables e indeseables!

Tememos el conflicto y el cambio, el fracaso y el ser frustrado. Algunas personas temen la enfermedad y el sufrimiento, Otros temen lo que pueda suceder a sus seres queridos. Algunas personas temen a otras personas o sus opiniones. Otros temen a la oscuridad o a quedarse solos. Muchos temen morir y enfrentarse con lo desconocido. Algunos cristianos temen que su salvación no sea segura o que Dios no haya perdonado sus pecados. No solo temen morir, sino que también vivir.

"Mira que te mando que te esfuerces Y SEAS VALIENTE; NO TEMAS NI DESMAYES, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas". (Josué  1:9).

LOS TEMORES ENTRAN A LA MENTE TAN SUTILMENTE y lentamente que apenas reconocemos ser víctimas de su influencia destructora. Aun un poco de temor, como una gota de tinta en un vaso de agua, pinta todo. Cuando uno no puede ser librado de sus pensamientos de temor, seguirán aumentando a tal grado que influyen todos los demás pensamientos. El Apóstol Pablo nos exhorta a pensar en: "Todo lo que es verdadero... honesto… justo… puro… amable... lo que es de buen nombre" (Filipenses 4:8).

La vida es complicada. El mundo es violento, pero la aflicción exterior no tiene que dañar la paz interior. Es el temor interior con que tenemos que enfrentarnos. El temor entra cuando nuestra necesidad más importante no esta suplida. Nuestras almas, hechas a la imagen de Dios, claman por Él. Cuando nos alejamos de Dios, podemos esperar que nos entren cargas de angustias, complejos y temores.

 

¿QUÉ ES EL TEMOR?

 El temor es la emoción que resulta en el conocimiento de que nuestra vida no agrada a Dios. ¡Qué día más trágico! Cuando Adán y Eva cedieron a la sugerencia de Satanás, desobedecieron el mandamiento de Dios que Él había dicho: "Del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás". Por medio de la desobediencia pecaron, y en seguida trataron de esconderse de la presencia de Dios. Dios les llamó, y Adán contesto: "Oí tu voz en el huerto, Y TUVE MIEDO" ('Génesis 3:10). EL TEMOR ES EL RESULTADO DEL PECADO.

Satanás se aventaja de nuestros temores. En cada oportunidad los intensifica, haciéndolos parecer aún más verdaderos y lógicos. A la vez nuestro camino se convierte cada vez más oscuro. La carga de nuestro corazón aumenta más y más, hasta que perdemos toda esperanza de ser rescatados. Debemos recordar que Dios es más grande que todos los temores. Gracias a Dios, que en su gran amor quiere salvarnos por medio de su HIJO JESUCRISTO de los juicios y de una condenación eterna en el Infierno. (Juan 3:16). Envió a Jesús, su Hijo Unigénito, a la tierra para ser Nuestro Salvador. En su muerte en la cruz del Calvario sufrió por nuestro pecado y nos redimió, Por medio de esta Redención Dios ha provisto una manera para alcanzar la salvación, si creemos sinceramente, la obtendremos y posteriormente debemos perseverar, preservar, retener, y cuidar esa bendita salvación.

Un niño tuvo temor de andar solo en la noche oscura, pero cuando su padre andaba a su lado y le llevaba por la mano, se le desapareció todo temor. La oscuridad ya no le causaba temor, porque amaba a su padre, y confiaba en él, sabiendo que le iba a cuidar. He aquí la llave para ser libre del temor: debemos conocer bien a nuestro Padre Celestial. Por medio de comunicarnos con Él, aprendemos más de su voluntad, su amor y tierno cuidado que tiene para nosotros. Al familiarizarnos con Dios, le encomendamos nuestras vidas completamente. Humildemente le comunicamos las dudas que nos molestan, y las tristezas en la vida que nos puedan llevar a la desesperación. Tenemos que buscar su rostro diligentemente, ser entregados a su voluntad enteramente y seguirle a Él en fiel obediencia. La Biblia en 1 Juan 4:18 nos dice "En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en si castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”.

 

- EL TEMOR DEL FUTURO:

El Desconocimiento del futuro causa inquietud en algunas personas. Cada mañana se despiertan a un día desconocido. Se enfrentan con la incertidumbre de innumerables cosas que pueden suceder.

Sus pensamientos empiezan a correr por las calles obscuras de un espanto imaginario, ¿Hay remedio para esto? El Apóstol Pablo nos exhorta con las siguientes palabras: "POR NADA ESTÉS AFANOSOS, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias". (Filipenses 4:6).

MUCHAS PERSONAS TEMEN EL FUTURO porque carecen de dirección para su vida. No sabiendo a dónde van, sienten un temor de cosas desagradables que les pueden suceder. Dios sabe lo que ha de ser, y cuando permiten que Dios les dirija su vida, no terminará en una jornada sin propósito, sino que su camino los llevará al Hogar Celestial.

Dios ha prometido serles fiel a los que confían en Él, aunque pasen por un futuro desconocido, ¿LO CREE USTED? No importa cuán severamente ruge la tempestad, o qué oscura sea la noche o qué altura tenga la montaña. Él le llevará a salvo.

 

- EL TEMOR AL FRACASO:

Todos sentimos un deseo de tener éxito, pero tememos fracasar. Temernos no tener éxito en lo personal ni en la vida familiar. Tememos que vamos a escoger mal, y seguir un plan de vida mal fundado.

Dios mandó a Josué: "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; NO TEMAS, NI DESMAYES, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas" (Josué 1:9). Cuando ponemos la vida bajo la dirección del Maestro, las fallas de la vida pasada no tienen que derrotarnos, sino que nos puedan servir de escalones hacia el éxito.

 

- EL TEMOR DEL SUFRIMIENTO:

Muchos sienten temor cuando piensan en el dolor corporal, el dolor que sentimos cuando somos criticados por otros o el dolor de sentirnos solos y en angustias, DIOS NO NOS GUARDARA DE TODO SUFRIMIENTO, PERO SI NOS DARA LA GRACIA PARA SOPORTARLO. Él ha prometido paz y seguridad en medio de nuestras pruebas. "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos". (Salmo 46:1,2), Si amamos al Señor, El cambiará nuestro sufrimiento en bien.

El tiempo de sufrimiento nos provee con una oportunidad de conocer la presencia de Dios, y su poder para sostenernos. También facilita una profundidad de carácter y un corazón comprensivo. El sufrimiento nos puede mejorar o arruinar. ¿Cuál de los dos será?

 

- TEMOR DE LA MUERTE:

El temor de la muerte es muy conocido al hombre. El tener que decir "adiós" es muy penoso.

Hay que enfrentar la pregunta, “Si el hombre muriere, ¿Volverá a vivir?” (Job 14:14). Jesús vino para librarnos del temor de la muerte. (Hebreos 2:14-15). Por esta razón murió, y se levantó de la muerte, y por esto prometió, “Porque yo vivo, vosotros también viviréis” (Juan 14:19). Con Él la muerte no es una puerta que conduce al vacío, sino que el portón que abre a la vida nueva. “No se turbe vuestro corazón…En la casa de mi Padre muchas moradas hay…Voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:1-2). Ese lugar preparado para un pueblo que ha limpiado sus vestiduras y están limpias, blancas y resplandecientes, sin mancha y sin arrugas.

¿Está usted preparado? ¿Se ha arrepentido de su vida de pecado? El arrepentimiento resulta de un remordimiento por los pecados que uno haya cometido. En seguida uno da espalda a la vida vieja. ¿Cuándo fue la última vez que fue usted al Señor en oración, dándole su carga de cuidados, sus preocupaciones o temores? Jesús dice: “Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). ¡Que invitación tan bella! ¡Que promesa tan firme!

Venga confiadamente, piadosamente, lleno de esperanza, y encontrará usted la paz de mente.

Venga y experimentará usted el gozo tranquilo de una vida reposada. Dios le invita a confiar en Jesucristo para gozarse en la libertad, la libertad del temor. Venga.

 

"HAY UN TEMOR QUE AGRADA A DIOS"

- EL TEMOR DE DIOS "El principio de la sabiduría ES EL TEMOR DE JEHOVA" (Salmo 111:10). Es un temor reverencial que nos conviene. Entendemos, en parte, la grandeza de Dios; su justicia, su amor, su misericordia, su sabiduría y su eterna existencia.

Él lo sabe todo, es Todopoderoso y es presente en todo lugar. Comprendemos que nuestra misma existencia está en sus manos y que somos su propia creación. TEMEMOS DESOBEDECER A TAL DIOS. Sabemos que el justo juicio de Dios condena AL INFIERNO A LOS QUE VIVEN EN EL PECADO.

“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios” (Hebreos 10:26-27). Este conocimiento nos conduce a un temor de pecar.

Cuando por medio del arrepentimiento alcanzamos el perdón, llegamos a conocer a Dios como nuestro Amigo personal. En seguida, la obediencia y el servicio que le rendimos es motivado por un temor piadoso, y por un amor y agradecimiento por su Don inefable de Salvación. Así nuestro temor de Dios no nos causa terror, sino que profundiza nuestro amor para con Él.

Cuando aplicamos este temor en nuestras vidas, nos libra de otro temor. Siendo así, ¿Por qué es que tantas personas permiten las nubes de duda echar sus sombras sobre la senda de su vida? El camino de Dios es uno de Paz y Confianza.

Tenemos el ejemplo del Apóstol Pedro, cuando Jesús le invito a andar sobre las olas tempestuosas en el mar de Galilea. Pedro no tuvo temor mientras mantenía su vista puesta en Jesús; pero cuando empezó a fijarse en las olas espantosas, entonces empezó a hundirse (Mateo 14:24-31).

Cuando tratamos de vencer el temor y ponemos nuestra confianza en Dios, su Espíritu nos habla en voz apacible. Mientras ponemos la mirada en Él. En lugar de nuestros temores, la tempestad se calma alrededor de nosotros. Entonces resuelve nuestras dudas y las cambia en seguridad, y así ponemos nuestra mano en su Mano Consolador. Podemos estar libres de temor.

"Y NO TEMÁIS A LOS QUE MATAN EL CUERPO, más el alma no pueden matar; TEMED MAS BIEN a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el Infierno". Mateo 10:28

"EL TEMOR DE JEHOVÁ ES EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia". Proverbios 9:10.

"EL QUE CAMINA EN SU RECTITUD TEME A JEHOVÁ: Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia". Proverbios 14:2.

"EL TEMOR DE JEHOVA ES MANANTIAL DE VIDA: para apartarse de los lazos de la muerte". Proverbios 14:27.

"MEJOR ES LO POCO CON EL TEMOR DE JEHOVA: Que el gran tesoro donde hay turbación". Proverbios 15:16.

 

"Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y CON EL TEMOR DE JEHOVÁ LOS HOMBRES SE APARTAN DEL MAL” Proverbios 16:6.

Amigo, entrégale tu vida a Dios el Padre, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo, y no temas a ninguna cosa, persona o suceso, TEME SOLO A DIOS y TEME DESOBEDECER SUS MANDAMIENTOS. (Lea Eclesiastés 12:13).