Mi Ausencia en la Iglesia

 

MI AUSENCIA EN LA IGLESIA

 

Hizo que algunos dudaran de que el cristianismo sea real.

Hizo que otros pensaran que yo soy hipócrita.

Hizo que otros consideraran mi bienestar espiritual y el de los demás como un asunto sin importancia.

Hizo que se debilitara la eficacia del culto en la Iglesia.

Hizo que el predicador encontrara más difícil presentar el mensaje.

Hizo que los hermanos se desalentaran y por ende, no alcanzarán la bendición de Dios.

Hizo que muchos dejaran de asistir a la Iglesia.

Hizo que me fuera más difícil enfrentarme a las tentaciones del maligno.

Hizo que se propagara más el hábito de no asistir.

 

“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,

sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” Hebreos 10:25.