La Diferencia entre un Discípulo y un SImple Miembro de la Iglesia

 

LA DIFERENCIA ENTRE UN DISCÍPULO Y UN

SIMPLE MIEMBRO DE IGLESIA

 

El miembro suele esperar panes y peces; el discípulo es pescador. El miembro lucha por crecer; el discípulo por reproducirse. El miembro se gana; el discípulo se hace. El miembro gusta del halago; el discípulo del servicio y del sacrificio vivo. El miembro entrega parte de sus ganancias; el discípulo entrega su vida. El miembro puede caer en la rutina; el discípulo es un revolucionario. El miembro espera que le asignen tareas; el discípulo es solícito en tomar responsabilidad. Uno murmura y reclama; el otro obedece y se niega a sí mismo.

El miembro es condicionado por las circunstancias; el discípulo aprovecha para ejercitar su fe. El miembro reclama que le visiten; el discípulo visita. El miembro vale para sumar; el discípulo para multiplicar. Hacer miembro a un discípulo es poner cepo al que anda en el camino, hacer discípulo a un miembro es dar alas a la evangelización. Los discípulos de la iglesia primitiva trastornaron al mundo; los miembros del siglo XXI están siendo trastornados por el mundo. Los miembros suelen ser fuertes como soldados de trinchera; los discípulos son soldados invasores. El miembro cuida de las estacas de su tienda; el discípulo ensancha el sitio de su cabaña. El miembro hace hábito; el discípulo rompe los moldes. El miembro sueña con la iglesia ideal, el discípulo se entrega para lograr la iglesia real. La meta del miembro es llegar al cielo; la meta del discípulo es ganar almas para el cielo. El miembro maduro se hace discípulo; el discípulo maduro asume los ministerios. El miembro es “ojalá”, y el discípulo “¡Heme aquí!”.

 

¿Y tú que quieres Ser…?