Cómo Destruir a su Iglesia

CÓMO DESTRUIR A SU IGLESIA

 

1.   En primer lugar, no venga.

2.   Si viene, venga tarde.

3.   Al venir, venga de mal humor.

4.   Al salir de la iglesia, pregúntese: ¿Qué valía todo esto?

5.   No acepte nunca un cargo en la iglesia; vale más seguir criticando a los demás.

6.   Visite a las otras iglesias a cada rato para enseñarle al pastor que él no es quién manda.

7.   Haga que el pastor gane su dinero. Deje que él haga todo el trabajo.

8.   No cante, o si canta, cante muy calladito.

9.   No ayude a la iglesia económicamente; espere por lo menos hasta haber recibido lo que su dinero vale.

10.  Anime al pastor. Si le gusta el sermón, cállese, pues muchos pastores se perjudican por causa del orgullo. No permita que la sangre de él esté sobre sus manos.

11.  Cuénteles las faltas que comete su pastor a todos los que visiten la iglesia, ¿quién sabe si de otra manera ellos lo vayan a descubrir?

12.  No traiga nunca consigo a nadie a la iglesia. No haga nada para ganar a otros miembros nuevos; por lo menos mientras la congregación tiene tal pastor.

13.  Si hay algunos miembros animados que sirven en su iglesia y que trabajan por ella, no deje de protestar contra esa asociación exclusivista.

14.  Si su iglesia por mala fortuna, es una iglesia feliz y armoniosa, condénela por su tibieza, indiferencia y falta de celo.

15.  Cooperando como se sugiere arriba, usted matará por seguro a su iglesia.